lunes, 26 de julio de 2021

Preguntas a los expertos

Al envejecer mi compadre Agustín vende agua en garrafones. Renguea de una pierna y así completa el conmovedor aspecto que le da su ojo derecho sin iris desde cuando nos conocimos medio siglo atrás. Siempre animoso, recién pudo ponerse los dientes perdidos tras la dura existencia que no parecía ofrecer el futuro como obrero industrial, de entonces. Fidel, por ejemplo, gasero en ese tiempo, se jubiló gracias al sindicato universitario donde más o menos pronto lo acogieron. Mario el Jarocho, quien era soldador experto, murió también con una pensión y Domingo pasa los últimos años tranquilo, económicamente al menos, pues no para dirigiendo su bronco Frente multiusos. A mi "comadre" el Grillo le perdí la pista y Filiberto...

Las y los que no conocí en persona tuvieron destinos por lo general trágicos y sin gloria. Bryan O´Donnell, pongamos, acabaría a solas sobre un camastro inmundo, muy lejos de casa, y ellas, niñas y púberes así o asá violentadas... Y si el mítico Niño de Piedra venció a osos tamaño nube fue para sufrir una desgracia multiplicada, en tanto representaba a su por eso extinta nación, hoy extraviada en la memoria.

Montañas madre con milenios dentro, que pacientes se dejarían crecer casitas hasta la coronilla: nubes altas, gordas y morosas, luego tosiendo a lo tísico por tanto smog. Y pobreza terca, insobornable, incapaz de vencer el espíritu rebelde entre quienes fueron fieles a sí mismos.

Esa es la Corte de medianoche que engrosando me acompaña desde niño. Cuánto diga aquí para sentir orgullo es a lo criatura pequeñita.

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-Es una vida distinta -digo a la Tic. -Algo inimaginable sino se tiene la edad y ciertas condiciones. ¿Por qué, digamos, las pesadillas recurrentes donde con otros o a solas clavo puñales o doy veneno a cuerpos que se resisten a desaparecer? Claro, representan poca cosa comparadas con aquélla en la que el mundo iba descomponiéndose internamente a ritmo asombroso por culpa mía y sus estampas no podían compararse

Gustav Doré. Del libro que ilustró.

siquiera con el Paraíso perdido de John Milton (https://biblioteca.org.ar/libros/656292.pdf).

-¿Alguien como tú? -responde. 

-Ésa última la entiendo. Carcomo lo más sagrado. Los sueños también previenen, no solo procuran eternidad y entendimiento profundo.

"A ratos estoy muy cerca de la locura y cultivo el estado, que gratifica. No recuerdo placeres semejantes."

Hago un esfuerzo, sabe a quien también llamo Mi amita. Aunque no entiende del todo, pues se le escapa México y su presente donde no quepo, sin el cual nada tiene sentido para este viejo y así es un último empujón a la demencia más o menos controlada. Mal de muchos, consuelo de pendejos, reza el dicho cuyo tino no volveré a explicar.

-La personal Corte de medianoche -sigo y me detengo para no meter a la mujer en nuevos problemas, pues si somos inseparables nunca le expliqué un tema que por lo demás terminó compartiendo profundamente. En realidad nuestra relación sería absurda sin él. 

Desvío entonces la plática a punto de seguir metiéndola en líos y pasamos a nuestros silencios y medias palabras significativos.

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Confié en que el envejecimiento pararía y podría incluso rejuvenecer y ahora me siento experimentándolo como una enfermedad terminal lenta y sin dolores.

-Coroléala -me ordeno con cursilería, inutilmente, por fortuna, pues sueños, tareas y noticias la ocupan. 

Preguntas a los expertos, titulé esta nota que tomó rumbo a solas. Hablaría con asesinos para ilustrar mis crímenes, confiando sobre todo en Miltón, cuyo ángel caído obra por justicia, conforme quiero creer.

-Desnúdate de una vez -dice la Tic.

-No empecemos -contesto sabiendo qué intentará, cuando amanece en mi ventana y por la pantallita. -Morir de frío es muy feo. 

-Payaso, si apenas veo.

Se refiere al vapor de la regadera abierta detrás, entre el Mr. que juega.

-Pero déjame aullando a la luna.

"¿Realmente habría una Dulce Melinda?" 
-Trabajé con ella.

Lo consiguió la damita: estoy de vuelta.                            

 


 El once ideal

Este Un largo viaje quiere ser ahora cuaderno y no más blog donde apuntar. Si lo consigue -como si necesitara gran cosa para lograrlo, jeje...