jueves, 15 de diciembre de 2022

 El once ideal

Este Un largo viaje quiere ser ahora cuaderno y no más blog donde apuntar. Si lo consigue -como si necesitara gran cosa para lograrlo, jeje-, quedará entre Última función y La crónica interminable, por un impulso distinto al plausible que en 2007 declaró Calzada y luego... -bla, bla, bla, sigamos jejeando.  En cualquier caso, salga bien o no el asunto, cubrirá lo que inició entre fines de 2018 y octubre 2019, cuando el viejo con mochila al hombro fracasó y hubo a cambio paseos virtuales y decepción personal -tanta que mi personaje se llama hoy posible, digno, amoroso suicida.

Siempre sin tiempo, el protagonista renuncia de momento a ordenar las notas y escribe lo que dictan los días. Esta vez, futbol.

 

Valdano, el centro delantero argentino campeón del mundo, hijo putativo de César Luis Menotti, después convertido en directivo del Real Madrid, entrevista a Pep Guardiola, el más aplaudido técnico entre técnicos. 

Quien no conoce los intríngulis de los deportes espectáculo todos -beis, basquet, fut americano- se queda en Babia al escucharlos. Porque se requiere mucho más que haber jugado cascaritas callejeras y o atestar canchas llaneras. En las primeras, sí, aprendemos lo básico insustituible, maravilloso: cómo manejar con pies y cabeza pelotas reglamentarias o improvisadas -los pies y la cabeza, inmanejables para estos menesteres, se diría.

No hay jugadores profesionales sin que apenas dominar los principios corran a una liga según dios manda, provista de canchas a modo, estadios, entrenadores, directivos... con frecuencia emulando a padres, tíos, hermanos (lean, por ejemplo, este reportaje: https://www.elpais.com.uy/ovacion/futbol/cebollitas-legendario-equipo-infantil-empezo-maradona.html).


(Si hubo Maradona, por necesidad antes Pele, ¿cierto?)

Los recursos de cada institución son muy distintos y varían conforme a vocaciones nacionales y locales.

La cosa inició, claro, cuando la urbanización industrial reunió masas apretadas, abundantes baldíos para ocupar y compañías europeas que alentaban a sus trabajadores, contagiando a niños en números hasta entonces impensados, en casa y en las colonias. 

Para Argentina, por ejemplo, el fenómeno empezó hacia 1867. En su caso no aparecía sólo gracias a las empresas. País de migrantes, salpicó aquí y allá.

Detente, yo, pareces chafa página enciclopédica. Establecer la época entre los ches está bien, porque mesuras el tardío surgimiento en tus tierras -si veinte años son nada al tanguear, cincuenta futboleando parecen muchos, ¿no? (el Atlante de mis amores es segundo en edad aquí y su placa dice

1916); más cuando competían con el beis de nuestros para ese momento ya imperiales vecinos. 

Once jugadores y una hectárea y media de cancha, aprox. Gol, portero, acción que no se suspende sino al... O sea, libertad, irrestricta en las calles, e instante sublimado como en cualquier juego -canicas, trompo, rayuelas...

Y prestigio-negocio, desde luego, si los de siempre desde la Revolución Industrial le sacan provecho. 

El primer secreto está en la libérrima chamacada, que toca, controla y esconde la pelota así o asa, conforme a su naturaleza. Por ejemplo, un afrodescenciente y un británico, cuán distintas anatomías y mentalidades, ¿verdad? Cada quien copia lo que el vecinito descubrió, las costumbres se extienden...    

   


 

SIGUE         


viernes, 2 de diciembre de 2022

Historias insensatas

 Quisiera empezar por Fez, Marruecos, en 1711, cuando un hombre sin recursos económicos emprende el viaje que debe conducirlo a Muzafarrpur, población hindú, donde sin saberlo espera Sheilla, madre madura quien así cumplirá su deseo inconfeso de darse a la aventura hacia el Golfo de Bengala.

O sea, una historia insensata. Puedo inventarla gracias a mis modestos conocimientos y a pesar de los pesares no estaría mal, si tuviera tiempo. Lo haría hoy y en ningún otro momento antes pues apenas ahora percibo más o menos bien las cuestiones que el largo paseo involucra. ¿Imaginan, por ejemplo, a una mujer del pueblo a solas por los caminos, en cualquier región del planeta en ese momento o casi cualquier otro?

Fez la conozco por Maimónides, el gran filósofo y médico judeoandalusí del siglo XII, que se exilio allí tras un golpe de intolerancia. Obsesionado desde entonces con esa joya amurallada, paseé por ella hace treinta años. Fueron unos cuantos días, estirando mis ingresos y privilegios para tenerla a mano, y entendí muy poco lo que observaba. Vean las imágenes del buscador: .https://www.google.com/search?sxsrf=ALiCzsY7xku5VpgZvGTy9t_krZXTN7imDQ:1670089212368&source=univ&tbm=isch&q=Fez,+Marruecos,+im%C3%A1genes&client=firefox-b-d&fir=hpVvwU6Z9YxTQM%252CCCSr3xNjHVKsyM%252C_%253BZaJM6FKLG6phaM%252CCCSr3xNjHVKsyM%252C_%253Bj19_psPkLrscpM%252CXV-GXaK0MiVKkM%252C_%253BGA3JS_XxtTWQgM%252CYY6lthomfdKizM%252C_%253B964eCjaY9JkqpM%252CXV-GXaK0MiVKkM%252C_%253BbeQRCqGAXv-CkM%252CYY6lthomfdKizM%252C_%253B8vLgewUEqsW8SM%252CPivT3SDLzk0CcM%252C_%253BoS8xqbSxhhqjLM%252CBbSNrdHJHzFH4M%252C_%253BJmLgbxDKFRDC1M%252Cbxazu-1oEe8hKM%252C_%253BOwMX4vSImFZBPM%252CI-a0YbYlKxILsM%252C_%253Bz48pd09NROHsVM%252CnGgGr0gZXXGOrM%252C_%253BO_Q3kqWAl7g_XM%252CXV-GXaK0MiVKkM%252C_&usg=AI4_-kQwO2yfNXyIw7Un7Kv9q0fHy_3RDQ&sa=X&ved=2ahUKEwiig_yR_937AhU3EEQIHVYdALEQjJkEegQICBAC&biw=911&bih=410&dpr=1.5 (aguanten; luego paso el vínculo como Santa Utopía manda).

A mi torpe usanza doy un vuelco hacia México en estos días posteriores a La Marcha, mientras presencio el fracaso de los Ratones Verdes anunciando producir una crisis profunda -historia vieja desde 1978 ó 1966, según se mire- si las televisoras y el crimen organizado lo permiten, claro. 

Entonces la selección marroquí en el Mundial alcanza lo impensado: ser semifinalista. Esa droga para masas que representa también otras, nada despreciables cosas, recuerda mi cuenta en Twitlandia, en cuyo perfil se lee: "Y, como de costumbre, serán los palestinos quienes sufrirán, con su tragedia totalmente olvidada en medio de esta locura." Robert Fisk. Este debía convertirse en un momento que ni mandado hacer para comprobarlo, ¿no? El estadio qatarí celebra así el triunfo: 

Chinita queda la piel de quienes escuchamos ese a un tiempo escupitajo a los organizadores del evento y sus socios cercanos. 

Curiosa manera para que el imaginario Fez 1711 vuelva. Pero no puede, al menos ahora, pues en la iglesia tradicionalista junto a mí casa repican unas espantosas campanas de hierro vil recordando su misa dominical. O sea, tiempo de bañarse para machar no allí, desde luego, sino al lugar en que ahora me da por por preguntar públicamente:

-¿Qué es la poesía?

¿La Quijositosis no deja de escalar, yo? No sé y no importa. 

En cambio interesa, sí, lo que horas atrás encontré buscando a nuestra mentada ciudad: El almuerzo desnudo, de William Burroughs, beatnick refugiado cerca de allí hacia 1959.

Poco antes se había curado el alcoholismo en México, dando la madre de todas las batallas, según creía, hasta que enganchado en drogas duras fue a Marruecos para librar una mayor. Entonces volvería libro su experiencia:

"Desperté de la Enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la Enfermedad... La mayoría de esos supervivientes no recuerdan su delirio con detalle. Al parecer, tomé notas detalladas sobre la Enfermedad y el delirio. No tengo un recuerdo preciso de haber escrito las notas publicadas ahora con el título de EL ALMUERZO DESNUDO. El título fue sugerido por Jack Kerouac. Hasta mi reciente recuperación no comprendí lo que significaba exactamente lo que dicen sus palabras: ALMUERZO DESNUDO: un
instante helado en el que todos ven lo que hay en la punta de sus tenedores."
 

Miren por dónde entendí porqué Ibn Simbad estaba obsesionado con Sobre el camino.

No olvidaron al de padre subsahariano, ¿verdad?

-Para, para -me digo -que esta como escritura automática tuya se está extralimitando y cambiaste Fez por Tánger, ciudad de moda para los occidentales tránsfugas desde Casablanca, creo, durante la Segunda Gran Guerra.

Casi enseguida de ella Peter Bowles haría una novela gracias a la cual mucho más tarde producirían esta obra maestra visual.

-Cuidado -pienso-, pues estás a nada de dar nuevamente con la Inesperada. Regresa al principio.

Por enésima ocasión falta tiempo.

-0-

Al día siguiente. 

La música gnawa que caracteriza hoy a Marruecos quizá tiene orígenes negros, del África Occidental que los reinos bereberes islamitas alcanzaron paralelamente a su extensión al sur luego español -Al Andalus, pues. 

"Repetiviva", hipnótica, suena a veces por días enteros y para los europeos contemporáneos a Michael Curtiz -director de Casablanca-, Bowles y demás era exotismo propicio para recrear el lado siempre oculto del coloniaje moderno -como les advirtió el gran antillano de Piel negra, máscaras blancas y un cercano suyo citado repetitivamente

en estos blogs.

Otra vez es hora de marchar adonde debo y nada parece pasarme inadvertido.

-0-

Dejar migas a lo Hansel y Gretel, para orientarnos, pues, afirmo que hago en estos apuntes escritos mientras circulan semisecretamente videos sobre sangrientas represiones de policías peruanos y guerrerenses.

Antes de verlos tuve una pesadilla en que los míos y yo salíamos avantes del más desatinado, rústico ataque. Solo pueblo hay allí y aquí, alguno vistiendo uniforme. ¿Reflejan a los dos tercios de la humanidad condenados a extinguirse, según asegura un experto? 

¿Entonces, qué quiso decir Pepe Múgica cuando recién lo entrevistaron?

Quizá tienen razón las y los anarquistas que conozco, prefigurando un futuro de ciencia ficción al cual a ratos ellas y ellos se adelantan.

¿Las migas blogeras nos dirigen hacía él? No, por favor, clama este yo con hijos, nietos, amigas y amigos, paisanos y paisanas queridos al paso.  
 

¿SIGUE?

  
 

 
 

   
   

  
 

    

          

 El once ideal

Este Un largo viaje quiere ser ahora cuaderno y no más blog donde apuntar. Si lo consigue -como si necesitara gran cosa para lograrlo, jeje...